‘LA CANTANTE CALVA’
- Autor: Ionesco
- Compañía: Teatro de la Entrega
- Versión y dirección: José Bote
- Reparto: Eva Torre, Pedro Santomera, María Alarcón, Javier Ruano, Jose Gabriel Campos y Elia Estrada
- Lugar: Teatro Circo Murcia
- Fecha: Martes, 14 de enero
Con ‘La cantante calva’, Ionesco no quería escribir una obra de teatro. No quería convertirse en dramaturgo. De hecho, el propio escritor explicó después que la pieza estrenada en París en 1950 surgió del manual con el que trataba de aprender inglés. ¿Absurdo? Sí. Ionesco decidió trasladar al escenario las verdades de perogrullo que decían los personajes en su libro. Y no quería hacer algo original, aunque –es lo que tienen los genios– la pieza pronto cobró vida.
Las frases, fuera de contexto, vacías casi de contenido, fueron mutando, generando otros significados, cambiando una realidad que los espectadores, contrariados, no vieron reflejada en el escenario. Al menos esperaban una cantante… Pero no. Entre la burla y el cabreo se debatió el público en el estreno de una obra que, sin embargo, se ha convertido en referente del teatro del absurdo.
La última revisión del texto ha estado en la Región a cargo de la joven compañía Teatro de la Entrega –savia nueva–. ‘Apadrinado’ por el Teatro Circo, el director José Bote ha elaborado un montaje actual, sencillo y con un marcado ritmo para el que ha contado con un buen elenco. Si es difícil hacer creíble una historia ‘clásica’, no puedo imaginar lo que debe ser tratar de dotar de verdad unos diálogos imposibles y llenos de contradicciones. Pero lo logran. El texto funciona. Hace reír –más de uno carcajeó a gusto–, pero no solo eso. Genera sensaciones, crea historias que el espectador que logra dejarse llevar puede ver.
La crítica de Ionesco también sigue vigente en una obra que aborda la banalidad del lenguaje que provoca la banalidad del pensamiento, la impersonalidad que hace que Alejando y Victoria y Alejandra y Víctor intercambien roles, vestidos igual aunque se hayan cambiado de ropa. En realidad, da lo mismo qué se diga y quién lo diga… Son palabras que no significan nada para quien tampoco escucha. ¿Les suena?
Las dos parejas las interpretan Eva Torres –no olviden su nombre–, Pedro Santomera, María Alarcón y Javier Ruano. Y a ellos se unen José Gabriel Campos y Elia Estrada. No es en Londres, sino en Burgos, donde ocurre la acción y la sencilla puesta en escena, que se completa con proyecciones, acerca más al público a estos inverosímiles personajes. Destaca el movimiento en escena, al servicio de la locura en la que se convierte el texto, que va deconstruyéndose, arrastrando al espectador a una tormenta de sílabas inconexas que ya no divierten, sino que aturden, agobian. “¡Por aquí, por allá…!”
Y vuelta a empezar, inmersos como seguimos en un mundo lleno de absurdos, de información innecesaria, de palabras sin sentido. Algo al menos hemos aprendido desde 1950, ¿no? Ahora parece que se nos da mejor eso de reírnos de nosotros mismos y ya no nos enfadamos porque no salga a escena una cantante calva que, ya saben, “sigue peinándose de la misma manera”. Ah, y… “¡Abajo el betún!”, que “solo la banca es honrada en nuestro país”. ¿Quieren más absurdo?
¡Magnífico post!!!
Besos.