‘BITS’
- GUIÓN, DIRECCIÓN Y PRODUCCIÓN: Tricicle
- INTÉRPRETES: Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans
- LUGAR: Auditorio Víctor Villegas, Murcia
- FECHA: Viernes, 16 de octubre
- Espectáculo incluido en la Semana Grande de Cajamurcia
‘Timorato’: “Tímido, indeciso, encogido. Que se escandaliza con exageración de cosas que no le parecen conformes a la moral convencional” Y ahora, venga, ¡valientes!, interpreten ustedes frente al espejo a un timorato sin hablar… Bueno, si no lo logran, tampoco se preocupen, quizá solo le falten 36 años de experiencia sobre el escenario haciendo reír al público. Poco a poco.
Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans fundaron Tricicle en 1979 y, espectáculo a espectáculo, gag a gag, han ido evolucionando, creciendo ante los ojos del público, aumentando su complicidad y puliendo su talento, sin dejar de escudriñar lo que les rodea y buscando siempre el lado cómico que todo encierra –envidiable capacidad–. Y ahora, en ‘Bits’, se han adentrado en el mundo digital dominando un escenario que cambia a golpe de ‘click’.
Bits’ es una sucesión de pequeñas historias –unas más justificadas que otras– que a veces transcurren a un ritmo vertiginoso y otras dejan al público deleitarse unos minutos con la surrealista espera de la grúa de un conductor acosado por los helicópteros gubernamentales o, por ejemplo, con un no menos extraño día de pesca. ‘Sketches’ con momentos brillantes como un simple golpe de aire, el vendedor de abrigos, la colocación de un triángulo o el cruce de quienes buscan gasolina.
En Internet uno puede comprar ropa, el fútbol sigue siendo un contenido estrella –gran trabajo gestual, puro, limpio, de Carles Sans–, puede ver documentales sobre lo animales que somos los humanos –otro impecable trabajo de Paco Mir–. Hay también en ‘Bits’ historias que cuesta más encajar en este contexto digital, como la carrera de ancianos con andadores; pero escuchando las carcajadas, poco importó al público. Al igual que ocurrió con la escena del supermercado, con ese trío genial, sus bombones, sus aletas y el “aniseeeeette”, y con un desternillante comienzo que demuestra que todos hemos luchado contra esos carros que, con vida propia, se empeñan en explorar el lado derecho del supermercado.
Qué risa y qué ‘pavos’ son Tricicle con su humor gestual –en esta ocasión más vocal que nunca–, con su humor blanco, de clown del siglo XXI, pero en el que tampoco falta la crítica, a golpe de carcajada, sobre lo gilipollas que podemos llegar a ser con los ‘selfies’ y las fotos –impagables son los momentos del manifestante y el policía o del turista con la guardia escocesa–, con las conversaciones absurdas de WhatsApp, lo que ninguneamos a quienes tenemos alrededor cuando somos abducidos por la pantallita o el control que permitimos que ejerzan sobre nosotros.
Si ponemos algún pero a ‘Bits’, uno sale de la sala con la sensación de que podrían haber sacado mucho más partido a nuestra vida digital. Y, por supuesto, sabe a poco. ¡Con Tricicle, uno siempre quiere más!
No se preocupen ustedes por eso de que quizá este sea su último espectáculo, que no se lo creen ni ellos –ya dejan la puerta abierta a un ‘grandes éxitos’ con el que pueden estar de gira diez años más–. Pero es que, gracias al casting que cerró la representación, incluso si así fuera, no estaría todo perdido… Ese otro trío llamado Forever Young ya despunta, y mucho, con su humor pasado a la plancha.
Crítica publicada en el periódico ‘La Opinión de Murcia’ el 19 de octubre de 2015