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El palco de Julieta

Archivo de la categoría: Crítica

Tú, el que ríe, ¿no sabes que es el fin del mundo?

Publicada en 15 julio, 2023 de Julia Albaladejo

Melodía dulce, agradable. Voz calmada, armónica. “¿Por qué el sol sigue brillando? ¿Por qué el mar va a la orilla? ¿No saben que es el fin del mundo?” Skeeter Davis aparece en pantalla, en la piedra-pantalla, cantando ‘The End of the World’. Canta a un desengaño, pero da igual. No hay mejor aviso de lo que nos espera a continuación. Reiremos, nos divertiremos y emocionaremos, pero no nos libraremos de escuchar incluso lo que no queremos ni de enfrentarnos al miedo desde la butaca. Miedo a si vendrá o no. Si será tan horrible y habrá sufrimiento. Miedo a ese colapso que nos despierta todo tipo de sentimientos… por supuesto encontrados.

Quiero colapsar - IX Essencia 1Como una “tragicomedia ecosocial” define La Rueda Teatro Social su último espectáculo, ‘Quiero colapsar a tu lado’, que se estrenó el viernes en la Sala Cuarta Pared dentro del Festival Essencia. Una pieza que explora lo que nos espera dentro de 30 años y que está basada en entrevistas a diferentes expertos y ecologistas, talleres de creación con ciudadanía y el trabajo introspectivo de los tres interpretes. Una obra, explican desde la compañía, que “busca el equilibrio entre el teatro documento y la autoficción, la utopía y la distopía, la reflexión, la acción, la emoción… y la poesía”.

Poco a poco iremos así decidiendo si formamos parte de ese más de 80 por ciento de la población que sabe que lo hemos hecho –y lo seguimos haciendo– fatal pero que, como ya no hay marcha atrás, se queda en el sofá. Si somos de los que no se resignan, de los que se enfadan y luchan porque saben que el mundo se va a la mierda. Si somos de los que confían en que no será tan grave y que algo inventará la ciencia para que nuestra vida no sea tan distinta. O si somos de los que huyen, convertidos en negacionistas por puro miedo, no queriendo saber, prefiriendo no imaginar. Y que al final desconectan. Pasan.

A través de las propias voces y los cuerpos y gestos de los intérpretes (fantásticos en escena Sandra Arpa, Fernando Gallego y Laura Presa Fox), escuchamos testimonios de expertos y conocemos realidades desconocidas, incómodas, ignoradas… Que hay estudios que indican que solo se recicla el 20% del plástico que enviamos al contenedor amarillo. Que los países asiáticos reciben toneladas de nuestra mierda, convirtiéndose poco a poco en el gran vertedero del mundo. Que ingerimos en microplásticos el equivalente a una tarjeta de crédito a la semana. Que la desertificación avanza y nuestra tierra se seca. Que no llueve, la temperatura aumenta y los bosques se queman. Y que, en medio de todo eso, también está nuestra soledad, nuestra culpabilidad, nuestro temor a decir lo que pensamos y que no nos quieran. El miedo a no ser felices. Nuestro propio dolor…

Imaginamos ese 2053 al que nos invitan a viajar y en el que, quizás, las ciudades estén deshabitadas y las islas, ya engullidas por el mar, solo sean habitables en la imaginación de los niños. Un 2053 lleno únicamente de acelgas que comer, en el que haya gorriones que hablen e incluso cocinen –no, yo aún no he llegado a batir los huevos como lo hacía mi madre– y al que cada uno puede libremente, si la ansiedad se lo permite, añadir sus propios temores, irracionales o no.

Pero no se asusten. Que este no es un espectáculo panfletario ni agresivo. Harán palmas y cantarán incluso que “ayyyy, no hay que llorar, que la vida es un carnaval…”. Y la poesía –siempre imprescindible, siempre demoledora– también asoma cuando Laura mete sus brazos en la tierra mientras habla del dolor; en el hermoso monólogo de Sandra –¿Y si ya no estoy? ¿Y si ya no estás?–, o en la música que nos envuelve mientras el fuego hipnotiza.

Reirán en muchos momentos, atrapados por el ritmo ágil de esta obra que dirige Rakel Camacho (Premio José Luis Alonso 2020 para jóvenes directores), que cuestiona el futuro y que también mira hacia atrás. Porque hay cosas que no cambian: “la fragilidad de ser humano, lo absurdo de la existencia, la necesidad de compañía”. Y así, viajamos a 2053… y a 1518. Y conocemos a Frau Troffea. Y bailamos –aunque solo sea con el pie–, participando desde la butaca en la brutal catarsis que se vive en escena. Porque si al final viene, si resulta que estamos esperando y sí que viene –¡ay!–, mejor colapsar a tu lado.

Quiero colapsar - IX Essencia 7

 


 

QUIERO COLAPSAR A TU LADO / La Rueda Teatro Social

Sala Teatro Cuarta Pared _ 14/07/23

Dirección de escena: Rakel Camacho
Idea original y dramaturgia: Fernando Gallego, Sandra Arpa, Laura Presa Fox
Intérpretes: Sandra Arpa, Fernando Gallego, Laura Presa Fox
Diseño de escenografía y vestuario: Vanessa Actif
Videoescena: Davitxun Martínez
Músico compositor y espacio sonoro: Enrique Vaz Oliver
Iluminador: Carlos Marcos.
Una producción de: Compañía Nueveuno y La Rueda Teatro Social

Publicado en: Artes Escénicas, Crítica, Madrid, Teatro | Etiquetas: CERTAMEN DE CRÍTICA ESCÉNICA, FESTIVAL ESSENCIA, LA RUEDA, Madrid, QUIERO COLAPSAR A TU LADO, Sala Cuarta Pared, teatro, TEATRO SOCIAL |

Ovejas somos (crítica de ‘Oveja perdida…’)

Publicada en 10 julio, 2023 de Julia Albaladejo

Oveja perdida - XI Festival ESSENCIA 1

Ovejas perdidas, que no descarriadas. Formando parte del rebaño, sin salir del camino marcado. Sin balar demasiado fuerte. Solo lo justo… Conectados 24 horas en trabajos de horarios flexibles. Atrapados en la inmediatez, sin pensar tanto —“¡ya, ya, ya!”—. Asomados a la ventana de una casa en llamas, buscando una mirada cómplice o, al menos, una escapada a Soria. A comer torreznos. Poniendo buena cara a compañeros mediocres. Soportando a compañeros soberbios. Viviendo a través del teléfono del trabajo y del teléfono de la vida. Habitando espacios diluidos. Viviendo relaciones diluidas. Sobreviviendo.

“Oveja perdida, ven sobre mis hombros, que hoy no solo tu pastor soy, sino tu pasto también”. Es este el inicio de un poema de Góngora, poeta de estética barroca, representante del culteranismo y autor de obras llenas de metáforas y referencias. Y es también el título de una pieza teatral del argentino Brai Kobla, ganadora del Premio a Mejor Dramaturgia por la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires. La obra llegó el domingo a la Sala Cuarta Pared, dentro del Festival Essencia; un certamen que, en su novena edición, se centra en “ese teatro que pide ser vivido sin distancia, ese teatro donde el público es protagonista”. Espectáculos llenos también de referencias y en los que las fronteras de desdibujan y desaparecen… como esas paredes inexistentes que rodean la oficina, el espacio que ocupan los cuatro protagonistas de este montaje y en torno al que el público puede moverse libremente. Acercarse. Alejarse. Ver uno u otro ángulo, una u otra perspectiva. Va cambiando así una narración que juega constantemente con las repeticiones, que sorprenden por momentos al espectador al incluir ligeras o notables variaciones. Y que cambia también a través de esa mirada diferente del público.

Marcan los cuatro intérpretes desde el inicio, con la metafórica partida de ping-pong, un ritmo trepidante. De frases que van y vienen. Que se lanzan, que rebotan, que golpean. Sumergiendo al espectador en un divertido juego con la palabra, con la teatralidad, con el espacio. Un simulacro de una vida que es quizá la nuestra. Realidades dentro de otras realidades que, en escena, y además de proponer una experiencia diferente, buscan quizá “despertar el pensamiento, que caigan fichitas”. Así lo explicaban al finalizar el espectáculo los actores —Marina Fantini, Jorge Tesone, Luis Sorolla y Esther Sanz—, artífices de cuatro notables interpretaciones que, lejos de aislarse en su habitación imaginaria, buscan la mirada cómplice del espectador.

El estallido de la pandemia hizo que Brai Kobla, en ese momento inmerso en otro montaje teatral, se quedara ‘encerrado’ en España, en casa de Jorge Tesone. Jorge había ya quedado también atrapado por este montaje en Argentina, enamorado del texto y de la puesta en escena a pesar del “quilombo” con el que salió en la cabeza tras verla. Y en esos meses en los que el teatro se convirtió en necesidad y anhelo —para quienes subían al escenario y para quienes se sentaban en la butaca—, tomaron la decisión de replicar el montaje en España con un nuevo elenco.

Con esta renovada y acertada puesta en escena de ‘Oveja perdida’, inspirada en los planteamientos de Franco ‘Bifo’ Berardi sobre la fractalización de la experiencia y del tiempo, continúan así por espacios más o menos convencionales hablando de una realidad llena de repeticiones, de círculos que nos esforzamos por romper… o no. De un día a día que nos devora, que no nos deja pensar tanto —“¡ya, ya, ya!”—, que no nos deja pensar —“¡ya, ya, ya!”—. O peor aún, que convierte nuestro pensamiento único en el mismo del rebaño… Hasta que algo estalla, quizá más fuerte de lo previsto, y las cajas vacías de Pringles se esparcen en la mesa de esparcimiento de ping-pong. Pero no, demasiado violento, demasiada intensidad. Mejor repetir la toma y, mientras, dedicar un rato a Instagram y jugar otra partida de ping-pong. 1 – 0

 


 

OVEJA PERDIDA, VEN SOBRE MIS HOMBROS, QUE HOY NO SOLO TU PASTOR SOY, SINO TU PASTO TAMBIÉN / Chamán Producciones

Sala Teatro Cuarta Pared _ 09/07/23

  • Autoría y dirección: Brai Kobla
  • Ayte. de dirección: Denisse Van der Ploeg
  • Elenco: Marina Fantini, Jorge Tesone, Luis Sorolla, Esther Sanz
Publicado en: Artes Escénicas, Crítica, Madrid, Sin categoría, Teatro | Etiquetas: CERTAMEN DE CRÍTICA ESCÉNICA, CHAMÁN PRODICCIONES, FESTIVAL ESSENCIA, Madrid, OVEJA PERDIDA, Sala Cuarta Pared, teatro |

Piel de gallina (crítica de ‘La casa vacía’)

Publicada en 8 julio, 2023 de Julia Albaladejo

La casa vacía - IX Festival Essencia 1

 

Elisa rompe el silencio de dos años. Se coloca delante de la cámara dispuesta a enseñar su cicatriz… esa que antes fue “zarpazo y sangre”. “Contar su historia es curar la enfermedad de su ausencia”, dice, y está dispuesta a ajustar cuentas con la memoria.

A través de Elisa, nos acercamos en ‘La casa vacía’ a la historia de Lidia. Una artista que, en esta pieza de danza-teatro documental, son muchas artistas. La compañía vasca Proyecto Larrua, tras un intenso trabajo de documentación y creación, traza una línea borrosa entre ficción y realidad en este montaje que llega a la Sala Cuarta Pared dentro del Festival Essencia. Y regala precisamente eso, esencia… “Aquello que constituye la naturaleza de las cosas” apunta la RAE que es la esencia. Y en escena está el amor y el dolor, el vacío, el recuerdo, la ansiedad por querer ser, el anhelo de dejar huella… y la emoción, que recuerda Elisa que es lo único que resiste al olvido. Todo lo que constituye nuestra naturaleza, no solo la de Elisa y la de Lidia.

LCVpromo-1448x2048Arranca el montaje con un precioso texto que nos descubre la fragilidad de Elisa, la asistente y la compañera sentimental de Lidia. Su admiradora cuando se conocieron. Su cuidadora al final, cuando el cuerpo de la artista iba desapareciendo –“me siento poco”–   y trataba de dar forma a su última creación: una instalación sin objetos, una ‘casa vacía’ donde sucede toda la acción en escena y en la que se ha convertido también Elisa, engullida por la ausencia. Revivimos con ella esa contradicción entre la necesidad de callar, de guardar los recuerdos para que sigan siendo nuestros, solo nuestros, y la necesidad de contar, de volver a vivirlos a través de la palabra y de la escucha del otro.

La dificultad de sobrevivir en el mundo del arte siendo “una mujer, lesbiana y con enemigos”. La reflexión sobre un arte que no debe agradar, sino impactar, hacer preguntas, causar vértigo. Poner la piel de gallina. La locura creadora y las crisis, cuando parece que no hay nada que contar. La necesidad, no solo de los artistas, de trascender. Todo ello se mezcla también en esta cuidada pieza que equilibra con destreza palabra y danza. En la que los bailarines hablan y la actriz baila. En la que los cuerpos construyen en escena piezas de arte llenas de referencias. En la que los desnudos –delicados, pertinentes, elegantes– emocionan.

Con este montaje ha armado la compañía vasca “un collage de vida, imágenes y recuerdos”. Y en esa sucesión de escenas hay variaciones de ritmo, que baja inevitablemente en ocasiones. Hay escenas en las que la emoción es protagonista y otras de disfrute quizá pensadas para dejar respirar al espectador, pero en las que, a pesar de la diversión, de la plasticidad, del juego que también es la danza, uno echa de menos ese pellizco que reaparece en un hermoso final. Un cierre perfecto que es mucho mejor descubrir en directo, pero del que, discúlpenme, es imposible no hablar.

Elisa –fantástica Begoña Martín– confiesa que tiene las manos cada vez más frías y que ya no siente mucho. Habla, baila, se desnuda físicamente también. Y da las gracias por poder contar su historia, quizá invadida ahora por ese miedo al olvido. A olvidar, olvidarla y olvidarse. Da las gracias antes precisamente de abandonar su segundo plano vivido junto a la creadora y convertirse en protagonista eterna, en arte, en emoción. En eso que sí se graba en la memoria… Piel de gallina.

 


 

LA CASA VACÍA / Proyecto Larrua
Sala Teatro Cuarta Pared _ 07/07/23

Coreografía: Jordi Vilaseca
Intérpretes: Begoña Martín, Ingrid Magrinyà, Maddi Ruiz de Loizaga, Ainhoa Usandizaga, Aritz López
Textos: Pedro Casas
Dramaturgia: Jordi Vilaseca & Pedro Casas
Diseño de iluminación: David Alcorta
Escenografía: Enric Planas
Espacio sonoro: Luis Miguel Cobo
Vestuario: Xabier Mujika
Coproducida por: Gobierno Vasco, Red de Teatros de Vitoria Gasteiz, Dansa Metropòlitana, Proyecto Larrua y La Faktoria.

 

 

Publicado en: Crítica, Danza, Madrid, Teatro | Etiquetas: danza, FESTIVAL ESSENCIA, LA CASA VACÍA, Madrid, PROYECTO LARRUA, Sala Cuarta Pared, teatro |

A un paso de Aldebarán (crítica de ‘La Caja’)

Publicada en 2 julio, 2023 de Julia Albaladejo

La Caja - IX Festival Essencia 4

“Amigo Miguel Ángel. Tienes 28 años, estás sano y eres fuerte; tienes familia, que son tu corazón y tu sangre. Qué más quieres.
Felicidades Miguel Ángel, porque estás vivo”

La carta que escribió Vicente a su amigo está encima de la mesa que hay en el escenario. Su letra no denota nada extraño, y está junto a otras cartas y cintas de vídeo que él mismo grabó cuando sufría crisis. Hay medicinas, como las que toma Mabel para dejar de mover el Sol. Una muñeca de Pippi Làngstrump, personaje del que se enamoró de niño Víctor antes de querer ser astronauta. Y fotografías… Hay también fotografías que de nuevo nos devuelven a una vida normal en la que, un día, por una u otra razón, entra la locura.

El público da la vuelta a la mesa, entre el respeto, la incomodidad y la curiosidad. Pocos son los que sacan el teléfono móvil para hacer una fotografía, quizás por esa sensación de haber entrado sin permiso a otra vida, de haberse asomado a una realidad ajena para muchos de los que han acudido a la Sala Cuarta Pared a la obra de teatro documental ‘La Caja. Donde la realidad pierde sus límites’, incluida en Essencia, el IX Festival de la Teatralidad. Un espectáculo de Desirée Belmonte (autora del texto, directora e intérprete) que da voz a la locura tratando de escuchar y comprender, animando a dejar en la puerta del teatro los prejuicios y los miedos… Los que nos provocan quienes viven a ese otro lado de la realidad y los propios de saber que no estamos a salvo de atravesar nosotros mañana esa misma barrera y poner un pie en la estrella de Aldebarán.

lacaja-15 copiaDesde la butaca, viajamos al Sol con Mabel, que padece bipolaridad y a quien el dolor inimaginable por el suicidio de su madre le dio la vuelta, le hizo bailar con el Sol y creer que podía moverlo con la mente. Mabel nos invita a reflexionar sobre las etiquetas, sobre el miedo al que finalmente vencen las ganas de dar el mensaje de que no hay que esconderse. Y nos hace ver algo que en el fondo todos sabemos: estar todo el día quejándonos de la vida, normalizarlo, sí que es –dice riendo– “estar como un cencerro”.

Otro viaje es a Venus, al planeta que simboliza el amor. Vicente buscaba incesantemente su alma gemela y sintió la necesidad de guiar al mundo hacia el amor para acabar con el sufrimiento. Fue antes de estrellar un día su cabeza contra un espejo para que callaran las voces. A través de su amigo, su mujer y su hermana nos asomamos a la vida de ese “buscador del otro lado” que también aparece en pantalla en las grabaciones que él mismo se hizo durante sus brotes, antes de que su corazón se parara.

El tercer viaje, aunque es el segundo en la narración, es a Aldebarán. Es la estrella más brillante de la constelación de Tauro. Está a 65 años luz y es la estrella favorita de Víctor, a quien desde niño le acompañan también las voces en su cabeza. Ha decidido no medicarse y es consciente de que es extraño, que no encaja. Vive en la playa y su vida cabe en una bolsa de supermercado. Su vida material… la otra es inabarcable.

Con Víctor se produce en escena el momento con más fuerza de la función: “Víctor le ha prendido fuego al manual con las instrucciones para ser una persona normal que me regalaron con la papilla (…) He recordado lo mucho que me pesa esconder mi esencia para no desentonar”. Desirée camina rápido frente a la pantalla, colándose en ella, hablando de lo aprendido. Abandona su papel de mostradora de otras realidades para enseñar un poco también de la suya. Un momento que emociona y que une con acierto lo teatral y lo audiovisual.

Ella misma explicaba al finalizar la función, durante el coloquio con el público, que definir ese equilibrio ha sido muy complicado. Sin duda es imprescindible escuchar a los protagonistas, pero la sensación final es que por momentos sabe a poco el despliegue teatral. Aunque este no esté exento de belleza también a través de una delicada puesta en escena y las instalaciones a las que va dando forma la autora e intérprete: la mesa llena de objetos, la caja que esconde recuerdos de Vicente, los espejos que reflejan el Sol dentro del teatro o esa suerte de árbol adornado con cristales dicroicos cuyo tintineo nos mece.

Cristales, espejos, reflejos que nos devuelven una mirada a veces extraña, aunque sea la nuestra; que señalan el camino, con “pase VIP, a la madriguera de Alicia”, a un mundo con leyes desdibujadas que todos podemos en algún momento habitar. Y entonces sí, saber de verdad lo que es tener miedo.

 


LA CAJA. DONDE LA REALIDAD PIERDE SUS LÍMITES
Sala Teatro Cuarta Pared _ 01/07/23

  • Producción: Teatro De La Catrina
  • Colaboran: IVC, Generalitat Valenciana y Residencias Artísticas Carme Teatre
  • Creación: Desirée Belmonte, Sebastián López y Carlos Molina
  • Texto, dirección e interpretación: Desirée Belmonte
  • Música: Pedro Acevedo
  • Luces: Carlos Molina
  • Visuales: Sebastián López
  • Espacio escénico: Sebastián López/ Carlos Molina

 

Publicado en: Crítica, Madrid, Sin categoría | Etiquetas: Essencia, Madrid, Sala Cuarta Pared, teatro, Teatro De La Catrina |

Y el teatro olía a mar…

Publicada en 10 marzo, 2021 de Julia Albaladejo

Vincular los miedos de ayer con los miedos de hoy. Ese era el reto. Porque no hemos cambiado tanto. Porque siguen siendo los mismos. Igual que las alegrías y los placeres lo son también. Porque sí, la felicidad sigue estando en un beso, en una declaración de amor o en el abrazo y el perfume de nuestra madre.

El poeta llegó al Teatro Circo Murcia (TCM) dispuesto a hacer al público “una encerrona”. Una maravillosa encerrona. Llegó dispuesto a mostrar lo que no se quiere ver, preguntándose –ya lo había hecho hace años, en ‘Comedia sin título’– cómo se lleva la realidad a la escena, cómo se lleva el olor del mar a una sala de teatro y cómo se inunda de estrellas un patio de butacas. Y él lo hizo…

Juan Diego Botto protagoniza 'Una noche sin luna' // FOTOGRAFÍA: marcosGpunto (www.unanochesinluna.com)

Juan Diego Botto protagoniza ‘Una noche sin luna’ // FOTOGRAFÍA: marcosGpunto (www.unanochesinluna.com)

‘Una noche sin luna’ abrió la nueva programación del TCM tras un mes y medio cerrado al público. Y no había mejor obra para comenzar de nuevo el camino. Para devolver la emoción al patio de butacas. Juan Diego Botto, dirigido por Sergio Peris-Mencheta, puso gestos y palabra al poeta, a Federico García Lorca. Con talento, con respeto, empatía, humor y con un profundo cariño.

Botto recopiló para este montaje textos de Lorca, de sus obras, de conferencias, algunos recuerdos, algunas críticas… y lo fue hilando con magia. Con esa misma magia que hace que un universo quepa en una canica, que una tabla se convierta en un piano o una tarima en el barco de Teseo. Sin duda partía de una inmejorable materia prima, pero no iba a ser el primero en ‘destrozar’ a Lorca con adaptaciones, añadidos o mutilaciones. No es el caso. En absoluto. Fue un placer escuchar lo recopilado y lo inventado, lo sabido y lo imaginado, lo que pasó y lo que pudo ocurrir.

Un maravilloso placer escuchar en escena verdades incuestionables, reivindicaciones que siguen siendo necesarias. Porque la cultura tiene que llegar a la gente y solo una sociedad culta buscará y podrá mejorar. Porque “un pueblo que no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo; como el teatro que no recoge el latido social.” Porque memoria e identidad van de la mano y lo que no se recuerda muere. Porque vivir no es, ni mucho menos, sobrevivir. Y tenemos que aprender a detenernos, a oler las rosas. No matar el tiempo, sino exprimirlo. Mejor si es con una sonrisa. Mejor de la mano. Disfrutando de un amanecer o buscando la luna.

Poco a poco, nos acerca a su mundo, a su vida, nos cuenta cómo llegó su “cancelación definitiva”. Nos cubre de arena y nos lleva a ese amanecer del 18 de agosto de 1936, donde no vemos a un héroe que va a pasar a la historia, sino a un hombre aterrado que no encuentra la compañía de la luna. Pero a través de la palabra y la imaginación, de la voz del poeta, ese amanecer se une a otro antes vivido –somos lo que recordamos…– Y las sonrisas y las lágrimas se mezclan en el patio de butacas. Mientras escuchamos el epílogo más emocionante y desgarrador. Mientras bailamos el vals del “te quiero siempre”. Mientras recordamos.

 

‘Una noche sin luna’ se representó en el Teatro Circo Murcia el 26 de febrero de 2021

 

     UNA NOCHE SIN LUNA

  • PRODUCCIÓN: La Rota Producciones, Concha Busto Producción y Barco Pirata Producciones
  • AUTOR E INTÉRPRETE: Juan Diego Botto
  • DIRECCIÓN: Sergio Peris-Mencheta
  • ESCENOGRAFÍA: Curt Allen Wilmer (AAPEE) con EstudioDedos
  • ILUMINACIÓN: Valentín Álvarez (A.A.I)
  • VESTUARIO: Elda Noriega (AAPEE)
  • AYUDANTE DE DIRECCIÓN: Xenia Reguant
  • AYUDANTE ILUMINACIÓN: Raúl Baena
  • ATREZZISTA: Eva Ramón
  • MÚSICA ORIGINAL: Alejandro Pelayo
  • ESPACIO SONORO: Pablo Martín Jones / Intérprete canción ‘Anda Jaleo’: Rozalén / Canción ‘Pequeño Vals Vienés (Take this Waltz)’: Morente y Lagartija Nick / Estudios de grabación Estudio 1 / Mac producciones
Publicado en: Artes Escénicas, Crítica, Murcia, Teatro, Teatro Circo de Murcia (TCM) | Etiquetas: Barco Pirata Producciones, Crítica de teatro, Federico García Lorca, Juan Diego Botto, Sergio Peris-Mencheta, teatro, Teatro Circo Murcia, Una Noche Sin Luna |

Bendita equivocación (crítica de ‘Cinco horas con Mario’)

Publicada en 12 junio, 2019 de Julia Albaladejo

“Me despedí de Carmen en 2005. Pensé que para siempre, pero me equivoqué.” Bendita equivocación la de Lola Herrera.

Hace cuarenta años que por el camino de la actriz se cruzó la que hoy define como su amiga, Carmen Sotillo, el personaje creado por Miguel Delibes y protagonista de ‘Cinco horas con Mario’, uno de los textos que mejor ha retratado la España de la posguerra. Víctima de sí misma y de una sociedad llena de contradicciones y carencias, de dolor y miedo. Espejo de generaciones, de mujeres que seguimos reconociendo en esta viuda que produce horror y simpatía a partes iguales. Reflejo de una herencia que llevamos a cuestas.  Seguir leyendo →

Publicado en: Artes Escénicas, Crítica, Murcia, Teatro, Teatro Circo de Murcia (TCM) | Etiquetas: Cinco Horas Con Mario, Crítica de teatro, Lola Herrera, Miguel Delibes, teatro, Teatro Circo Murcia |

La vida tras el portazo (crítica de ‘La vuelta de Nora’)

Publicada en 31 octubre, 2018 de Julia Albaladejo

‘LA VUELTA DE NORA. CASA DE MUÑECAS 2′

  • AUTOR: Lucas Hnat
  • DIRECTOR: Andrés Lima
  • INTÉRPRETES: Aitana Sánchez Gijón, Roberto Enríquez, María Isabel Díaz Lago y Elena Rivera
  • LUGAR Y FECHA: Teatro Romea / 27 de octubre

Regresa Nora a la casa de la que se marchó hace 15 años dando un portazo. Ella misma dice que se ha convertido en una mujer muy diferente a la que salió por la puerta de una casa en la que se sentía asfixiada, pero lo que no sabe es que, legalmente, sigue siendo Nora Helmer, la esposa del banquero, el pajarito de la jaula, la figurita de una ‘Casa de muñecas’ con la que, hace más de un siglo, Henrik Ibsen dio voz a una mujer que poco tenía que ver con el ejemplo de esposa perfecta.

‘Casa de muñecas’ se estrenó en 1879 causando una auténtica revolución y su protagonista ha pasado a la historia como un icono de la lucha por la libertad de la mujer, un grito de inconformismo ante las reglas morales impuestas por la sociedad. En esta ‘vuelta de Nora’, Lucas Hnath dibuja un personaje más maduro. Una mujer segura de sí misma que, decidida a no dejarse pisotear, reclama a su marido el divorcio que él nunca tramitó ­–estamos a finales del siglo XIX y una mujer no podía divorciarse fácilmente–.

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Sufragio escénico (crítica de ‘Un enemigo del pueblo)

Publicada en 28 octubre, 2018 de Julia Albaladejo

     ‘UN ENEMIGO DEL PUEBLO’

  • PRODUCCIÓN: Kamikaze Producciones
  • TEXTO: Henrik Ibsen
  • VERSIÓN Y DIRECCIÓN: Àlex Rigola.
  • INTÉRPRETES: Nao Albert, Israel Elejalde, Irene Escolar, Óscar de la Fuente y Francisco Reyes
  • LUGAR Y FECHA: Teatro Circo Murcia / 26 de octubre
Los actores Irene Escolar e Israel Elejalde (www.teatrokamikaze.com)

Los actores Irene Escolar e Israel Elejalde (www.teatrokamikaze.com)

Los actores están sobre el escenario, paseando, hablando, tocando la guitarra y haciendo toda una declaración de intenciones llevando de un lado a otro la ‘ética’ en globos. Va a empezar el espectáculo, pero esta vez las luces no se apagan… La participación del público será clave para la propuesta escénica que plantea Teatro Kamikaze en esta versión libérrima del texto de Ibsen ‘Un enemigo del pueblo’. ¿Cartulinas preparadas? Comienza la votación.

¿Hasta qué punto somos libres? ¿Nos autocensuramos? ¿Qué valor tiene nuestro voto? ¿Es legítimo votar pensando más en los intereses propios que en el bien común?… Estos son algunos de los interrogantes que, ya en el programa de mano, plantea Àlex Rigola. Y para que el público también se los cuestione, ha orquestado un experimento escénico con unos toques de Ibsen y su historia sobre aguas y sociedades podridas, un poco de debate del público ‘micro en mano’ y otra pizca de ‘juego democrático’ que da un resultado efectivo, sí, pero algo pobre también.

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Publicado en: Crítica, Teatro, Teatro Circo de Murcia (TCM) |

Bestias con jersey rojo (crítica de ‘Cronología de las bestias’)

Publicada en 17 octubre, 2018 de Julia Albaladejo

     ‘CRONOLOGÍA DE LAS BESTIAS’

  • PRODUCCIÓN: Octubre Producciones, Teatre Lliure y Teatro Español
  • AUTOR Y DIRECTOR: Lautaro Perotti
  • INTÉRPRETES: Carmen Machi, Pilar Castro, Santi Marín, Patrick Criado y Álvaro Lavín
  • LUGAR Y FECHA: Teatro Romea de Murcia / 14 de octubre

Agazapado tras el sillón, su mano tiembla sosteniendo una pistola. Es él, es Beltrán, ha regresado once años después de su desaparición para ocupar el hueco de las fotos recortadas. Recuerdos mutilados para que no duelan pero cuyo dolor precisamente así se perpetúa. Es él, es Beltrán, aunque nadie lo reconozca y ahora beba limonada. Aunque no recuerde a su primo ni cómo jugaban en el foso de la piscina que nunca se terminó. Es él, el hijo de Olvido, la mujer que se hizo fuerte para seguir como si no hubiera pasado nada. Para no pensar en él.

Averiguar hasta dónde somos capaces de mentir y de mentirnos llevó a Lautaro Perotti a escribir ‘Cronología de las bestias’, un montaje que ahonda en la historia de una familia rota por la tragedia y unida por los secretos. Una familia de ‘bestias’ en la que todos engañan, por el dolor o por el miedo al dolor, tejiendo un entramado de raíces que crecen y que tratan de mantener bajo tierra cueste lo que cueste.

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Publicado en: Crítica, Teatro, Teatro Romea de Murcia |

Abriendo la puerta al horror (crítica de ‘Donde el bosque se espesa’)

Publicada en 12 octubre, 2018 de Julia Albaladejo

     ‘DONDE EL BOSQUE SE ESPESA’

  • COMPAÑÍA: Micomicón Teatro
  • TEXTO: Laila Ripoll y Mariano Llorente
  • DIRECCIÓN: Laila Ripoll
  • INTÉRPRETES: Mélida Molina, Arantxa Aranguren, Juanjo Cucalón, Aurora Herrero, Puchi Lagarde, Teresa Espejo, Antonio Sarrió, Carlos Alfaro y Néstor Ballesteros
  • LUGAR Y FECHA: Teatro Circo Murcia / 6 de octubre

bosque

 

A la taberna de los muertos llegan de todas partes. Todos los días. Golpean la puerta y las ventanas con el horror en los ojos, contando una historia diferente pero igual a la de muchos otros y agarrando fuertemente con sus manos pequeños objetos que lograron rescatar del olvido. Una medalla, pendientes, relojes, gafas, fotos, llaves, juguetes, chupetes… Insignificantes objetos que, sin embargo, marcarán la diferencia en la fosa común, en la cuneta, al borde de esa carretera que se adentra allá donde el bosque se espesa.

Los responsables de la compañía Micomicón creen en el teatro comprometido con la vida. Lo han demostrado ya y vuelven a hacerlo en ‘Donde el bosque se espesa’, un espectáculo que, como señalan sus propios creadores, Laila Ripoll y Mariano Llorente, “posa su mirada en algunos momentos pavorosos del siglo XX con todo el armamento del que dispone el teatro: el asombro, la curiosidad, bastante rabia y algo de sentido del humor”.

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Publicado en: Crítica, Teatro, Teatro Circo de Murcia (TCM) | Etiquetas: crítica, Donde el bosque se espesa, Laila Ripoll, Mariano Llorente, Micomicón Teatro, teatro, Teatro Circo Murcia |
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