Noviembre es el mazapán de los huesos de santo, los buñuelos y el arrope. Las flores y las oraciones. Noviembre es el mes de los difuntos y los santos, de los fantasmas sin calabazas iluminadas. Tiempo de donjuanes que, al final, mueren de amor por doña Inés del alma mía, de versos… De teatro.
“‘Don Juan Tenorio’ no es una obra para nostálgicos ni para mayores… Es para las familias y forma parte de nuestra tradición, transmite una emoción no contaminada por Halloween”, asegura el actor y director Julio Navarro Albero. Lamenta que actualmente “son muy pocas las ciudades en las que se representa”, aunque él, al frente de la Compañía Cecilio Pineda, está dispuesto a que los murcianos sigan musitando desde su butaca algunos de los diálogos de amor más famosos de la historia del teatro. Y lo podrán hacer muy pronto en el Teatro Romea, del 31 de octubre al 3 de noviembre (venta de entradas, aquí).