Lleva tres años y medio en Cartagena y quiere “dejar algo” en la ciudad. Insiste en el valor de la cultura, apuesta por la colaboración entre creadores y afirma que un artista no es sino “un obrero del teatro y de las artes plásticas que tiene que saber escuchar”. Cree en las utopías.
Jesús Nieto confiesa que vive en “un mundo irreal”, pero su proyecto, la compañía de teatro Onírica Mecánica, es una realidad que sigue creciendo. A sus autómatas con alma ya no les basta con el garaje en el que Nieto trabajaba desde su llegada a la ciudad, y a él tampoco le cabían allí todas sus ideas. Por eso han decido mudarse a una nave de más de 400 metros cuadrados a las afueras de la ciudad; a un espacio que ayudará a paliar el “vacío de creación contemporánea que hay en la ciudad” y que mañana se inaugura.
El creador de Onírica Mecánica vive desde hace más de tres años en Cartagena pero –cosas que, inexplicablemente, pasan– los cartageneros nunca lo han visto actuar en su ciudad. Nieto no lo entiende como un desprecio –”el trabajo que yo hago no encaja en las programaciones”, explica– y, consciente de que a otros artistas les puede ocurrir lo mismo, abre a todos las puertas de la Asociación Cultural Utopía.
Apunta que el único requisito para usar el espacio será que “los trabajos deben ser una investigación sobre la creación contemporánea”. Una propuesta “híbrida” que apueste por “tirar las barreras de los formatos y por mezclar”; algo que “no se fomenta”, lamenta. “Hay necesidad de ver proyectos distintos”, sentencia.
“No hay que ser ambiciosos”
La nave Utopía es la ‘casa’ de todos los seres que han nacido en Onírica Mecánica. Ellos son los que pagan las facturas, así que Nieto no siente la necesidad de hacer un proyecto rentable: “No queremos que el espacio nos pese demasiado, que nos desborde, así que no habrá programación todas las semanas… Empezaremos poco a poco, con un espectáculo cada mes o mes y medio. Lo principal en estos casos es no ser excesivamente ambiciosos en la pronta búsqueda de resultados”.
Sabe que Cartagena “es una ciudad en la que apenas hay tradición de cultura contemporánea” y dice riendo que firma “ya” para que, en cada actuación, se llenen las 23 butacas de un antiguo teatro con las que Ferroluar –compañía catalana con la que colabora– ha construido una grada para el público. “Al contrario de lo que quiere todo el mundo, lo importante para mí no es llenar, sino hacer una labor continuada, que el público esté en contacto con otras propuestas y que quede algo de todo eso en la ciudad”, añade.
Nieto espera que en Utopía “crezcan espectáculos que puedan venderse fuera y que hagan que los artistas puedan comer en condiciones de ellos… Eso es lo que tenemos que defender”, declara este hombre de teatro que entiende la creación como “la comunión entre diferentes profesionales”.
El responsable de Onírica Mecánica no mira el presente con pesimismo, y destaca el gran número de espacios privados que “han crecido como setas” y que “son los que de verdad dejarán un legado”. “Hasta hace poco, en Murcia no existía ningún espacio alternativo porque la administración lo copaba todo. Pero cuando los proyectos nacen de verdad de la creatividad, cuando el dinero no es el único fin, surge la colaboración. Ahora lo que hay que hacer es apoyar estos espacios y a los ‘locos’ que los han puesto en marcha”.
Fiesta de inauguración
Utopía será mañana una realidad, cuando abra las puertas para que la gente que quiera vaya a conocer el espacio y a disfrutar de algunas actuaciones y propuestas artísticas.
El dúo sonoro de electro-terror Sodoma&Modorra –con Claudio Aldaz– será la primera propuesta de la noche. Domingo Llor proyectará un audiovisual (calambrevideo), Salvi Vivancos realizará retratos con escáner y Lola Nieto montará un original photocall. Que a nadie le extrañe encontrarse también con algún ‘bicho’ suelto de Onírica Mecánica y Ferroluar –no hay que olvidar que es su casa–, y la fiesta finalizará con la música de Vidal DJ y Claudio Aldaz.