‘UN ESPÍRITU BURLÓN’
- AUTOR: NOËL COWARD
- DIRECTOR: César Oliva Bernal
- ACTORES: Berta Ojea, Quim Capdevila, Carla Hidalgo, Antonio Albella, Eva Torres, Lola Escribano y Esperanza Candela
- LUGAR: Teatro Circo Murcia.
- FECHA: Jueves, 28 de enero
Convencidos de que son “supercherías” y buscando inspiración para un nuevo libro, el escritor Carlos Salamanca y su segunda esposa, Ruth, invitan a la extravagante Madame Arcati para realizar una sesión de espiritismo que pasará de ser un juego a una sobrenatural aventura. “Tan encantadora como loca” definía Carlos a su primera mujer, Elvira, así que no era difícil imaginar –aunque ni la médium lo imaginó– que la hermosa difunta les haría una visita de cortesía.
El británico Noël Coward es el autor de ‘Un espíritu burlón’, este triángulo amoroso con fantasma que se convirtió desde su estreno, en los años 40, en un éxito representado en multitud de ocasiones y llevado al cine en una película que no ha pasado a la historia como uno de los grandes clásicos –al menos no está en mi lista– pero que tiene encanto.
El texto de Coward triunfó en Londres y en Broadway, pero parece que el tiempo no ha jugado precisamente a su favor. Una comedia, sí. Con gracia en algunos momentos, vale. Pero sin más. Y el montaje que se presentó en el Teatro Circo esta semana, una coproducción del teatro murciano con Enrique & Alain Cornejo, tampoco apuesta por su renovación.
Sofá estampado con borlas, grandes ventanales con cortinas, alfombra y sillas tapizadas… Un decorado clásico al que no le falta detalle es el elegido para esta versión de la obra de Coward que se mantiene fiel a la época en la que fue escrita, huyendo así de una adaptación con más riesgo y más actual que quizá no hubiera funcionado con este texto… ¿O sí? El montaje que dirige César Oliva Bernal es correcto, quizá demasiado, lo que hace que la obra pierda frescura y tenga cierto regusto a un teatro ‘pasado’.
Las interpretaciones también entran en esa corrección y todos los actores realizan un buen trabajo. Quim Capdevila (Carlos), Eva Torres (Ruth) y Carla Hidalgo (Elvira) dan vida con solvencia al triángulo amoroso protagonista, y sus equívocos y peleas a tres bandas tienen ritmo y hacen reír al público. Como presencia fantasmal, Hidalgo está deliciosa, elegante, etérea, aunque le falta ironía y mala leche a un personaje que es la clave de la historia. Esperanza Candela divierte con su interpretación de una atolondrada e ingenua Adela y Lola Escribano y Antonio Albella, los señores Bermúdez, sacan partido a sus papeles secundarios. El reparto se completa con Berta Ojea (Madame Arcati), a quien el histrionismo de su personaje, excesivo también en la gesticulación, no ayuda.
Todos, con un cuidado vestuario –dejando a un lado el ‘look’ de Arcati– y una iluminación que incide en lo sobrenatural, defienden un texto que va ganando en ritmo y mejorando conforme se enreda la trama y que tiene en el final su punto fuerte, con un Carlos más liberado que afligido por la pérdida y con una lucha fantasmal muy bien resuelta gracias a un alarde técnico que demuestra que los efectos especiales no son cosa solo del cine.
Crítica publicada en el periódico ‘La Opinión de Murcia’ el 31 de enero de 2016