• Curriculum
  • Citas teatreras
  • Artículos
  • ¿Por qué un blog de teatro?

El palco de Julieta

Una caja llena de vacío (crítica de ‘Vania. Escenas de la vida’)

Publicada en 28 febrero, 2018 de Julia Albaladejo

     VANIA (ESCENAS DE LA VIDA)

  • COMPAÑÍA: Heartbreak Hotel
  • DIRECCIÓN Y ADAPTACIÓN: Àlex Rigola
  • DRAMATURGIA: Lola Blasco
  • ESPACIO ESCÉNICO: Max Glaenzel
  • INTÉRPRETES: Luis Bermejo, Gonzalo Cunill, Irene Escolar y Ariadna Gil
  • LUGAR: Teatro Circo Murcia
  • FECHA: Viernes 23 de febrero.

 

VANIA1Gonzalo (Cunill) salva vidas y bosques, pero no se puede salvar a sí mismo. Tiene los sentimientos atrofiados y ahoga en alcohol su cinismo. No desea nada, no necesita a nadie. Pero admira la belleza, a la hermosa Ariadna.

Luis (Bermejo) esconde tras su media sonrisa el sufrimiento. La certeza de un presente absurdo y la ausencia de futuro. La apatía y la pereza. Se agarra al amor no correspondido de Ariadna –la bonita Ariadna– antes de que la sonrisa se hiele y dé paso a un bote de pastillas.

Ariadna (Gil) está atrapada en su infelicidad, en la fidelidad hacia el profesor, un marido enfermo y viejo al que no quiere. Ven en ella sangre dionisíaca, una depredadora, pero no deja de ser un personaje secundario, anclada a su tristeza y arrastrando con ella a quien se acerca.

E Irene (Escolar), la joven Irene, sufre. El trabajo, el amor no correspondido hacia Gonzalo, la ausencia de su madre y la lejanía de su padre –aun compartiendo casa– hacen que sus ojos se humedezcan en plena batalla con la desgracia. Una batalla que, a pesar de todo, seguirá librando con resignación.

Imagen promocional de 'Vania (escenas de la vida)'

Imagen promocional de ‘Vania (escenas de la vida)’

Gonzalo, Luis, Ariadna e Irene parecen, por su desolación vital, personajes de un drama de Chéjov. Lo son. Son Astrov, Vania, Yelena y Sonia. Y su casa, esa casa a la que llega el profesor y su mujer, a la que llega la destrucción, es una caja de madera. Un cubo con capacidad para sesenta espectadores donde, a pesar del reducido espacio, cabe todo el vacío del mundo.

Es hermoso el planteamiento de Àlex Rigola y estos cuatro magníficos actores para ‘Tío Vania’. Apostar por la naturalidad, la cercanía, la ausencia de artificios que enmascaren los sentimientos y la palabra desnuda siempre es un acierto. Un privilegio. Un placer.

Llegan los espectadores y Ari juega con un globo. Irene escucha música y Gonzalo y Luis andan por ahí, distraídos. Sin ninguna ceremonia –no hay oscuridad, aparición estelar ni aires de gran tragedia–, comienzan a contar su vida, ese verano en el que el futuro que no fue se presenta con más dureza que nunca. Se consume la vida, se apaga la llama y… ¿dónde está la felicidad soñada?

Hablan entre ellos, se dirigen al público, interpelan con su mirada. Con naturalidad desbordante, lo hacen cómplice, dejándole observar a través de la cerradura de esa puerta tras la que se esconde lo que uno no quiere ver, lo que uno no quiere ser pero que no ha podido evitar.

Conscientes de la ausencia de futuro, tratan quizá de salvarse por última vez con lo único que puede salvar. El amor. Amor no correspondido, amor que no era verdadero, amor paralizado por el miedo, amor transformado en desengaño que hace masticar flores. El amor, como escena principal de la vida, se pasea por este ‘Vania’… Pero no logra evitar el vacío, que se hace enorme en esa caja donde la naturalidad y el desenfado hacen que la realidad coja desprevenido al espectador:

– ¿Eres feliz?

– No

Y sí, falta un poco el aliento. Porque uno no quiere dejar de ver esa luz al fondo cuando haya que cruzar el bosque. Porque no quiere que la llama se apague, que se consuma la vida. Porque no quiere la resignación del descanso en la tumba. Porque… ¿y si…? Miedo.

 

Crítica publicada en el periódico ‘La Opinión de Murcia’ el 27 de febrero de 2018

Be Sociable, Share!
  • Tweet
Publicado en: Crítica, Teatro, Teatro Circo de Murcia (TCM) | Etiquetas: Àlex Rigola, Ariadna Gil, crítica, Gonzalo Cunill, Heartbreak Hotel, Irene Escolar, Luis Bermejo, teatro, Teatro Circo Murcia, Vania (escenas de la vida) |
« Ai / Itami (Amor / Dolor) – (crítica de ‘El Público’)
Amistad ‘kamikaze’ (crítica de ‘Arte’) »

Entradas recientes

  • Tú, el que ríe, ¿no sabes que es el fin del mundo?
  • Ovejas somos (crítica de ‘Oveja perdida…’)
  • Piel de gallina (crítica de ‘La casa vacía’)
  • A un paso de Aldebarán (crítica de ‘La Caja’)
  • Y el teatro olía a mar…

Archivos

  • julio 2023
  • marzo 2021
  • junio 2019
  • octubre 2018
  • marzo 2018
  • febrero 2018
  • noviembre 2017
  • octubre 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • diciembre 2016
  • noviembre 2016
  • octubre 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • abril 2016
  • marzo 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • enero 2015
  • diciembre 2014
  • noviembre 2014
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • noviembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013

Categorías

  • Artes Escénicas
  • Auditorio de Beniaján
  • Auditorio de Murcia
  • Auditorio El Batel de Cartagena
  • Ayuntamiento de Murcia
  • Bullas
  • Cartagena
  • Centro Dramático Nacional
  • Centro Párraga
  • Crítica
  • Danza
  • Entrevista
  • Estreno
  • Exposición
  • Festival de Molina de Segura
  • Festival de San Javier
  • Infantil
  • Madrid
  • Microteatro
  • Murcia
  • Música
  • Navidad con Cajamurcia
  • Periodismo
  • Programación
  • Pupaclown
  • Semana Grande de Cajamurcia
  • Sin categoría
  • Taller
  • Teatro
  • Teatro Capitol de Cieza
  • Teatro Circo Apolo de El Algar
  • Teatro Circo de Murcia (TCM)
  • Teatro Concha Segura de Yecla
  • Teatro de objetos
  • Teatro Romea de Murcia
  • Titeremurcia
  • Títeres
CyberChimps

CyberChimps

© El palco de Julieta