La abstracción del agua les ha servido al pintor y escultor Ángel Haro y al cineasta Carlos Belmonte para recrear el mundo mágico y onírico de ‘La Bella Durmiente’, un clásico de la literatura infantil y del mundo del ballet que ha elegido la compañía zaragozana de danza LaMov para celebrar su quinto aniversario.
Los creadores murcianos se han encargado de la escenografía de este espectáculo coproducido por el Auditorio Víctor Villegas que ayer se estrenó en el Teatro Olimpia de Huesca –dentro de la Feria Internacional de Teatro y Danza de la localidad– y que se verá en 2014 en el centro murciano, donde LaMov ya representó a principios de este año otro gran clásico, ‘Cenicienta’.
A pesar del clasicismo de la obra y de la música de Tchaikovsky, la compañía que dirige Víctor Jiménez –formado en el ballet de Víctor Ullate– ha realizado una versión muy contemporánea de la pieza que se completa con los audiovisuales creados por Haro y Belmonte. “La historia original es muy larga y, aunque aquí se ha limpiado un poco, son muchas las piezas que se bailan y queríamos que hubiera un hilo narrativo en nuestro trabajo”, explica Haro. El agua, “un elemento muy abstracto que produce imágenes muy evocadoras que a veces incluso parecen efectos”, fue el elemento escogido por los escenógrafos para ‘vestir’ este “cuento onírico que tiene mucho que ver con el subconsciente y que es incluso un poco lisérgico y surrealista”. “Queríamos mostrar, sobre todo, encantamiento”, ya que el profundo sueño en el que la joven cae al pincharse con una rueca es “una parte muy grande de la pieza”, añade.
Haro y Belmonte han trabajado juntos en muchas ocasiones en el cine y el pintor asegura riendo que “todavía” siguen siendo amigos. “Nos conocemos mucho y sabemos lo que puede dar cada uno… Nos complementamos bien”, afirma este creador que empezó a elaborar escenografías hace ya más de veinte años.
“Es un trabajo más técnico para el que hay que perder el ego, porque te sometes a las decisiones del director, pero me gusta; me permite cambiar de registro y salir de la soledad del estudio. Yo soy un artista sociable –comenta– y me gusta trabajar en equipo, aunque también es verdad que, cuando acabo, estoy deseando volver a encerrarme en el estudio”. La escenografía le permite a Haro experimentar cosas que luego exporta a su trabajo como pintor –y viceversa–, y confiesa riendo que “está bien, sobre todo en estos momentos, tener un trabajo paralelo a la pintura que no sea poner copas y vender seguros”.
‘El sueño de la razón’, a París
La anterior escenografía realizada por Ángel Haro fue para el teatro, en concreto para el montaje ‘El sueño de la razón’; una coproducción de Compañía Ferroviaria y Teatro Circo Murcia (TCM) que narra las últimas semanas que Francisco de Goya pasó en Madrid, en la Quinta del Sordo, antes de exiliarse a Francia. En este caso, el pintor y el director del montaje, Paco Maciá, grabaron impactantes piezas audiovisuales en las que recreaban con actores ‘las pinturas negras’ de Goya, dotándolas de movimiento. Una escenografía para un montaje que hizo temporada en Madrid, que ha sido seleccionado para participar –el próximo 30 de noviembre– en el Festival Don Quijote de París y que se volverá a ver también en el TCM el 15 de enero de 2014.
Y el próximo proyecto en el que ya trabaja Haro, según él mismo adelanta, no es una escenografía, sino una exposición que se inaugurará en noviembre en la Fundación Pedro Cano de Blanca y en la que mostrará por primera vez al público su colección de objetos que ha ido inventando y realizando durante sus viajes a África.