Saben que una historia se puede contar de mil maneras. Ellos, los payasos de Pupaclown, lo han hecho junto a una cama de hospital, a un niño en coma, y también desde el escenario de su Centro Escénico de Murcia, lleno de pequeños dispuestos a dejarse llevar por la magia.
“La estética da igual, importa la fantasía y la emoción”, explica uno de los responsables del centro y de su programación, Juan Pedro Romera, director del espectáculo que abrirá la temporada el próximo 5 de octubre. Se trata de una versión de ‘Caperucita’ que pondrá en escena la Compañía del Centro Escénico Pupaclown y en la que el texto clásico se unirá a la danza, las nuevas tecnologías e incluso a la música de John Cage y su ‘piano preparado’. “Sin prejuicios. Nosotros estamos abiertos a cualquier cosa, y los niños responden y salen extasiados después de vivir mundos fantásticos”, asegura Romera, y recuerda a continuación que, durante la pasada Campaña Escolar, fueron alrededor de 11.000 niños los que pasaron por este teatro de 300 localidades totalmente adaptado para la discapacidad.
13 espectáculos hasta diciembre
Un total de trece obras son las que se podrán ver en el 4º Festival de las Artes Escénicas para la Infancia hasta mediados de diciembre. Espectáculos de teatro, danza, magia, títeres… “Es una de las mejores programaciones para niños que hay en España, porque se verán propuestas de una calidad increíble que han recibido numerosos premios”, detalla Romera. ‘Piedra a piedra’, de la compañía de Castellón L’Home Dibuixat –teatro de objetos– es una de las más destacadas, y ha sido reconocida en ferias y festivales como FETEN, la Fira de Lleida e incluso en certámenes de China, Croacia y Rusia. Junto a “la delicadeza” de este montaje, los niños disfrutarán también, según Romera, con ‘Grim, Grim’, de la Compañía La Pera Limonera (Cataluña); ‘El hombre cigüeña’, de los Titiriteros de Binefar (Huesca); ‘Nanas del mundo’, un espectáculo para bebés a partir de los 18 meses de La Canela (Granada); y con “el experimento” sonoro de Luis Paniagua y su propuesta ‘El mundo del sonido y del silencio’. Asimismo, entre las obras programadas figura también “el gran éxito” de la Compañía Pupaclown, ‘Los tres cerditos’, que seduce a los niños “por su desparpajo, por la música en directo, las bromas y por un lobo impecable… y medio tonto”.
El precio de las entradas para estas obras familiares es de 7 euros, mientras que en el caso de los que integran la Campaña Escolar –siete montajes de la Compañía Pupaclown– es de 5 euros. La programación, que se completa con seis talleres para niños y adultos, cuenta con un presupuesto de 80.000 euros –aportados por el Inaem, el ayuntamiento de Murcia, la propia taquilla y los socios colaboradores–.
Tres años de historia
El Centro Escénico Infantil y Juvenil Pupaclown, del que Juan Pedro Romera habla con entusiasmo, nació hace ya casi tres años y el balance que hace su responsable es “muy positivo”, ya que el número de espectadores ha ido creciendo y la asistencia es del 78% en los espectáculos familiares y del 92% en los escolares. “En realidad –bromea–, el centro funciona gracias a la autoexplotación de todos los que trabajamos en él, pero es un proyecto que nos gusta tanto…”
La asociación Pupaclown, Payasos de Hospital, se creó hace 18 años por un grupo de artistas dispuestos a demostrar que la risa también cura, y recuerda Romera que el proyecto del Centro Escénico surgió al ver que muchos niños con discapacidad no podían asistir al teatro. Ellos diseñaron un espacio en el que hay espacio para sillas de ruedas y camillas, que tiene un sistema de audio-descripción para ciegos y otro que mejora el sonido para quienes tienen dificultades auditivas –además de contar también con un intérprete de signos–. Fueron siete años de trabajo y de ilusión, pero también “de problemas y trabas” en los que Romera recuerda que siempre contaron con el apoyo del presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, y con numerosos ‘padrinos’ anónimos que aportaron lo que pudieron en una particular “lista de bodas” –ahora se hubiera llamado ‘crowdfunding’– que pusieron en una página web, donde se podían comprar desde cojines y butacas hasta material técnico. Eso hizo que este proyecto naciera como algo muy cercano al público, y quien lo desee puede seguir colaborando con ellos pagando la cuota mensual, trimestral o anual que decida o comprando entradas en el Banco Solidario; un pequeño gasto que hará que niños sin recursos puedan también disfrutar de la magia que solo se puede crear sobre un escenario.
Magnífico artículo, gracias por tu sensibilidad.
Gracias a vosotros, que hacéis un trabajo fantástico. Nos veremos pronto! Un saludo
¡Magnífico post! Y maravillosa iniciativa la de ese “Teatro que cura y divierte”.
Un beso.
Gracias!! A ver si un día que los alicantinos pasen por aquí raptamos a tu nieta y la llevamos a este precioso teatro, que iba a disfrutar muchísimo. Un besazo!