La valentía no es alistarse en el ejército, lanzarse en paracaídas o meterse en política. Valentía es, ahora lo tengo claro, pedirle una foto al Pony Loco en el intermedio de ‘The Hole’… Pero “sarna con gusto no pica” –que diría mi madre– y ya avisaba al comienzo de “la soirée” la Terremoto de Alcorcón, primera maestra de ceremonias de este irreverente y divertido cabaret, que todo puede pasar mientras uno esté en ‘el agujero’.
Ella misma lo demuestra sobre el escenario confesando su “amooor, amooor, amooor” –póngale ustedes la música– por Cristóbal. No daré detalles del novio por si alguien va aún ‘virgen’ a ver el espectáculo, pero dense prisa, porque ya han hecho “un posado-robado en los jardines del Malecón” para una revista y, después de verlos sobre el escenario cantar a dúo aquello de “mi pequeño del al…ma” –es que le gusta mucho la Pantoja–, no me extrañaría que saltaran al ‘primetime’ televisivo.
Al margen del pelo que tenga de más Cristóbal, está claro que el amor siempre hay que celebrarlo y La Terre, fantástica anfitriona –ahora, claro, quiero ver a Quequé… no saben nada estos de ‘The Hole’–, monta para ello una fiesta por la que desfilan un buen puñado de sorprendentes invitados. Artistas que lo mismo te enseñan el culo que te dan un beso, un lengüetazo o vuelan por el teatro digamos que ligeros que ropa. La provocación es lo suyo y –es mejor que lo sepa ya– si ha elegido las mesas para ver el espectáculo, debe estar preparado. Pero no se asusten, que tampoco hay que ser tan valiente como Juan, que el viernes decidió al final elegir ‘guante’ jaleado por el público y, lo que es más grave, por sus propios amigos. Y poder disfrutar de una cerveza o una copa durante la fiesta es un gran aliciente para atreverse a estar cerca del escenario de un transformado Teatro Circo Murcia que casa a la perfección con ‘The Hole’.
El Pony Loco se escapa un par de veces, eso sí, y la severa Madame da algún que otro latigazo, pero disfrutarán viendo sobre sus cabezas a Las Supernenas haciendo lo imposible y dejarán de parpadear con la exhibición de fuerza de El Arealista –lo digo ya… si cuando vuelva, que volveré, me tiene que caer algo encima, que sea él–, con la energía del Pony Loco, que además de patinar, vuela, o con la inimaginable elasticidad de la Marilyn Aérea.
Sobre el escenario, los más que flexibles Dúo Flash protagonizan otro de los números de una fiesta en la que tampoco falta la música, con las interpretaciones ‘a capella’ de Los Mayordomos –se atreven hasta con Las Grecas–, y algún que otro guiño a la tradición cabaretera y revistera española. Almon, por ejemplo, se pasea entre el público preguntándose inocente “para qué es la vaselina”. Pero esto es ‘The Hole’ y aquí la canción acaba con aire de ‘reggaeton’ y animando al público al ‘perreo’.
Entre número y número, la maestra de ceremonias va contando su amor con Cristóbal, sus dificultades, los prejuicios a los que se enfrentan, trata de recuperarlo cuando lo pierde… y, de pronto, sin que uno se haya dado casi cuenta, llega el final de la fiesta. Después de algo más de dos horas de risas y buena energía, es verdad que se sale ya del TCM con un poco de “depresión postparty”, pero –lo explica muy bien La Terre en su apoteósico canto final al ‘carpe diem’– la vida también es eso… “Hay que estar arriba, abajo, delante, detrás… Hay que transitarlo todo”. Ya saben, “hay que estar en el agujero para salir del agujero” y “la vida hay que bebérsela” a grandes tragos que, si no, esto no tiene gracia. Así que “grita, ríe, llora… ¡pero vive, coño, vive!”. Amén.
Publicado en ‘La Opinión de Murcia’
‘The Hole’ se representa en el Teatro Circo Murcia hasta el 15 de junio. Si quieres saber más, pincha AQUÍ.