Capitaneados por el director y dramaturgo cartagenero Miguel Alcantud, medio centenar de artistas decidieron, en noviembre de 2009, ‘invadir’ un antiguo prostíbulo de Madrid para representar, en las 13 habitaciones del inmueble, 13 historias de apenas diez minutos sobre la prostitución. Así nació en España el ‘microteatro’, un formato de espectáculo perfecto para una realidad de crisis, barato de producir y de consumir, que ha ido poco a poco extendiéndose y ganando numerosos adeptos.
A ese pionero Microteatro por Dinero, que ha abierto ya varias sedes en España –próximamente se instalará también en Murcia, aunque aún no se ha confirmado si su sede será el Cuartel de Artillería– y en otras ciudades como México, Costa Rica, Buenos Aires o Londres, se unieron después otras propuestas como las de La Casa de la Portera, también en Madrid, o el Teatre Lliure de Barcelona. En Murcia, el Teatro Circo Murcia fue el primero en apostar por este nuevo formato con espectáculos en su vestíbulo, y pequeños espacios privados como Espacio Pático, en Murcia, o El Teatrico, en Cartagena, también se han apuntado a esta moda teatrera.
Nuevo proyecto de la Consejería
Inspirados por este éxito, y abriéndose a otras artes como la danza o la performance –apostando por “la libertad y la flexibilidad”–, los responsables de la Consejería de Cultura de Murcia han decidido al fin reabrir el local de la antigua Galería Clave de Murcia, en la céntrica calle del Pilar, y ofrecérselo a las compañías de artes escénicas de la Región de Murcia a través del nuevo proyecto Microsucesos.
Cerrado desde el año 2008 –cuando la Comunidad lo adquirió–, este espacio iba a convertirse en la sede de las fundaciones Molina Sánchez y Antonio Campillo, aunque finalmente son las artes escénicas las que ocuparán los 450 metros cuadrados –divididos en cuatro espacios– de este local, según lo anunciado por el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz. Coordinado por Sergio Porlán, director del Centro Párraga, el espacio se basará en un modelo mixto de gestión y su objetivo principal será “ayudar a la dinamización, desde el ámbito público, de las artes escénicas”.
“La participación pública es fundamental pero mínima, ya que la gestión del espacio recaerá sobre la iniciativa privada”, explica Cruz. De hecho, las compañías regionales serán las encargadas de rentabilizar el espacio a través de la venta de entradas –”todo el dinero será para ellas”–; aunque la representación de espectáculos no es, en principio, el único objetivo de esta nueva sala. Los propios artistas podrán utilizarla entre semana tanto para residencias como para ensayos, proyectos de docencia, investigación, divulgación, etc.
Con el fin de establecer los tiempos y horarios de uso, las compañías deberán ponerse en contacto con la Comunidad a través del correo microsucesos@gmail.com. Y conviene darse prisa. La puerta de Microsucesos se abrirá, para creadores y público, el 5 de mayo.