• Curriculum
  • Citas teatreras
  • Artículos
  • ¿Por qué un blog de teatro?

El palco de Julieta

Frustrado encuentro en la eternidad (crítica de ‘César y Cleopatra’)

Publicada en 11 mayo, 2016 de Julia Albaladejo

    CÉSAR Y CLEOPATRA

  • DRAMATURGIA: Emilio Hernández
  • DIRECCIÓN: Magüi Mira
  • INTÉRPRETES: Ángela Molina, Emilio Gutiérrez Caba, Ernesto Arias y Carolina Yuste
  • FECHA: Viernes 6 de mayo
  • LUGAR: Teatro Circo Murcia

 

Emilio Gutiérrez Caba y Ángela Molina son 'César y Cleopatra' // RAFA MÁRQUEZ

Emilio Gutiérrez Caba y Ángela Molina son ‘César y Cleopatra’ // RAFA MÁRQUEZ

César y Cleopatra (Emilio Gutiérrez Caba y Ángela Molina) se encuentran en la eternidad. En 2016 suben al escenario para repasar sus vidas, su pasional relación, y lanzar una fugaz mirada a los más de dos mil años que han pasado desde que se conocieron. Producido por Pentación Espectáculos y el Festival de Teatro Clásico de Mérida, escrito por el también director Emilio Hernández y dirigido por Magüi Mira, uno se sienta en la butaca expectante, deseoso de ver este montaje en el que dos grandes de la escena interpretan a dos grandes de la historia.

La cosa no empieza mal. A pesar de la canción que, no se sabe muy bien a cuento de qué, entona Cleopatra cuando sale a escena, la presencia y el magnetismo de Ángela Molina son indiscutibles. Es imposible despegar los ojos de sus brazos ni dejar de seguir el movimiento de su cuerpo por el escenario. Y el juego con su antiguo amante (Gutiérrez Caba) funciona. Tienen química, divierten lanzándose reproches y volviendo a seducirse después mientras seducen de paso al público.

Un momento de la representación en el Teatro Circo Murcia // RAFA MÁRQUEZ

Un momento de la representación en el Teatro Circo Murcia // RAFA MÁRQUEZ

A Cleopatra resulta que la pillamos “en un día impertinente”, con su tono de diva caprichosa y segura de sí misma, su constante pose de pintura egipcia, iPad en mano y despotricando de los “historiadores misóginos de mierda” que la ningunearon por ser mujer. Y César, con su media sonrisa llena de ironía, no puede evitar alardear de sus conquistas –militares y amorosas– y recordar sus sueños de convertirse en un dios, mientras repite a su compañera, a su diosa, que solo con ella habría compartido su trono. A pesar de algún ¿chiste? fácil –”César, tienes nombre de ensalada”–, el tono de comedia romántica se mantiene y uno disfruta solo con ver a estos dos grandes sobre el escenario… Hasta que pasan veinte minutos. Es entonces cuando salen a escena los jóvenes César y Cleopatra (Ernesto Arias y Carolina Yuste), el juego entre ambos se diluye y el texto empieza a (intentar) ponerse serio.

Uno ya intuye que cuando el testigo pase a Arias y Yuste no va a ser lo mismo. Y bastante hacen ambos, que cumplen con corrección sin ser del todo devorados por sus compañeros de reparto. Tratan los cuatro de dar vida a un texto que aspira a ser mucho más que una amable comedia sobre los secretos de alcoba de César y Cleopatra –lo que debería haber sido–, pero que se queda en un superficial repaso por la historia a modo de ‘wikipedia’ y en un intento de abordar, entre tópico y tópico, temas como la situación actual de la mujer en Egipto, las guerras y la ansiada paz mundial, la pena de muerte, la libertad sexual, la necesidad de la cultura, la ambición humana y el ansia de poder. Casi nada.

Todo ello, además, mezclado en algún que otro momento con un aire a musical trasnochado que uno tampoco termina de entender a qué viene. Que lo mismo Cleopatra te canta un bolero que César un tango. Y La Molina lo salva, pero lo de Gutiérrez Caba con acento porteño… ¡Ay!

Magüi Mira también hace lo que puede, jugando con las dos parejas de actores en una escenografía sencilla y elegante, bien iluminada, duplicando movimientos y sacando partido a la imponente presencia escénica de Molina y Gutiérrez Caba, quienes hacen que uno no tenga ganas, a pesar de todo, a pesar incluso del ‘selfie’ final, de levantarse de la butaca. Con su recuerdo me quedo.

 

Crítica publicada en el periódico ‘La Opinión de Murcia’ el 10 de mayo de 2016

Be Sociable, Share!
  • Tweet
Publicado en: Sin categoría |
« Demoledor rompecabezas (crítica de ‘Cuando deje de llover’)
Viaje al interior de Hamlet (Crítica de Hamlet) »

Entradas recientes

  • Tú, el que ríe, ¿no sabes que es el fin del mundo?
  • Ovejas somos (crítica de ‘Oveja perdida…’)
  • Piel de gallina (crítica de ‘La casa vacía’)
  • A un paso de Aldebarán (crítica de ‘La Caja’)
  • Y el teatro olía a mar…

Archivos

  • julio 2023
  • marzo 2021
  • junio 2019
  • octubre 2018
  • marzo 2018
  • febrero 2018
  • noviembre 2017
  • octubre 2017
  • marzo 2017
  • febrero 2017
  • diciembre 2016
  • noviembre 2016
  • octubre 2016
  • junio 2016
  • mayo 2016
  • abril 2016
  • marzo 2016
  • febrero 2016
  • enero 2016
  • noviembre 2015
  • octubre 2015
  • enero 2015
  • diciembre 2014
  • noviembre 2014
  • octubre 2014
  • septiembre 2014
  • julio 2014
  • junio 2014
  • mayo 2014
  • abril 2014
  • marzo 2014
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • noviembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013

Categorías

  • Artes Escénicas
  • Auditorio de Beniaján
  • Auditorio de Murcia
  • Auditorio El Batel de Cartagena
  • Ayuntamiento de Murcia
  • Bullas
  • Cartagena
  • Centro Dramático Nacional
  • Centro Párraga
  • Crítica
  • Danza
  • Entrevista
  • Estreno
  • Exposición
  • Festival de Molina de Segura
  • Festival de San Javier
  • Infantil
  • Madrid
  • Microteatro
  • Murcia
  • Música
  • Navidad con Cajamurcia
  • Periodismo
  • Programación
  • Pupaclown
  • Semana Grande de Cajamurcia
  • Sin categoría
  • Taller
  • Teatro
  • Teatro Capitol de Cieza
  • Teatro Circo Apolo de El Algar
  • Teatro Circo de Murcia (TCM)
  • Teatro Concha Segura de Yecla
  • Teatro de objetos
  • Teatro Romea de Murcia
  • Titeremurcia
  • Títeres
CyberChimps

CyberChimps

© El palco de Julieta